Cuando nos avisaron la encontramo tirada en el suelo, triste, sin poder moverse. El conductor del coche no creyó que mereciera la pena auxiliar a la perrita, que sufrió tirada durante horas. Carola tenía roturas en la cadera pero lo más grave fueron los daños internos, a los que no ha sobrevivido. Estos dos días que ha estado hospitalizada ha demostrado ser una perrita buena y cariñosa que no se ha quejado apenas de los tratamientos y las pruebas.
Nadie sabe quien es su dueño o dueña, de donde viene, si fue abandonada o estaba perdida. Nadie ha preguntado por ella. No tenía microchip. La irresponsabilidad del hombre ha vuelto a hacer sufrir a un animal indefenso.
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